La Paradoja de las Expectativas
“En realidad no quiero tener expectativas, quiero que la medicina me muestre lo que me tenga que mostrar” me comentaba un participante de nuestro reciente Programa Reborn Emociones antes de entrar a la ceremonia.
Y no es la primera vez que lo escucho y lo leo a pequeña y gran escala. Las expectativas y cómo nos arruinan la vida. Incluso hace muchísimos años hice este TED Talk sobre el juego adverso de la anticipación en la experiencia en un restaurante.
Hay frases memorables sobre la perversidad de las expectativas que considero dignas de compartir:
“Cultiva expectativas y cosecharás decepciones” diría mi querido amigo y maestro Pepe Ramos.
“Las expectativas no expresadas son resentimientos premeditados” leí hace poco, no recuerdo donde.
La fórmula parece ser:
“A mayor expectativa, mayor la probabilidad de una desilusión, de una desconfirmación negativa”, es decir, una realidad que se quedó corta, que no llenó la vasija de mis ilusiones.
Sin embargo, los seres humanos vivimos bajo dos premisas que, si las pensamos bien, son bastante desalentadoras y que incluso podrían poner en entredicho la razón misma de nuestra existencia. Para decirlo fácil, dos realidades que pueden volvernos locos:
Todos nos vamos a morir.
Todos vivimos en una absoluta incertidumbre (nos guste creerlo o no).
¿Qué hacemos ante estos dos principios de realidad?
Construimos historias.
La primera sobre lo que sucede después de la muerte. La necesidad de creer en algo posterior a esta vida da origen al pensamiento religioso y a la búsqueda espiritual. Para darle sentido a la vida necesitamos algo que nos libere de la maldición de la intrascendencia.
La segunda es la historia que nos contamos sobre el porvenir. Y esa, —señoras y señores— no es más que un entretejido de expectativas.
Trabajo porque espero un beneficio económico.
Ahorro porque espero vivir muchos años y quiero tener los medios para hacer lo que se me antoje.
Me cuido porque espero —también— vivir 109 años, entonces quiero tener un cuerpo fuerte y sano.
Cultivo mis relaciones porque espero que la vida me de oportunidades de conexión y amistad en el futuro.
Gestiono mi reputación porque espero que si hago las cosas bien y gozo de “buen nombre” el futuro me abrirá más y mejores puertas.
Sin una línea narrativa que dibuje un futuro deseado, muchas de estas decisiones no harían sentido.
Piensa por un momento en el típico “¿Qué harías si te quedara una semana de vida?” por supuesto cambiarías un montón de actividades como consecuencia del cambio en tu expectativa del futuro.
Lo mismo pasaría con tu esfuerzo, tu resiliencia, tu ambición, incluso tu consciencia.
Crecemos porque tenemos expectativas.
¿Entonces donde queda todo este rollo de “soltarlas”?
Las expectativas, como cualquier elemento de la historia que nos contamos sobre nosotros mismos, sobre el mundo y sobre el futuro debe de ser maleable, editable, modificable, ajustable. Firme y flexible.
El sufrimiento derivado de las expectativas no proviene de la expectativa en si, sino del apego a la misma.
La incapacidad de reconocer que la vida, por más que la planeemos, nos va a traer desencuentros, aventuras, cambios, crisis, milagros. Esto, por definición, no entra en el territorio de lo esperado.
Cuando lo inesperado irrumpe, se abre la posibilidad de soltar.
De cuestionar profundamente todo lo que somos, los fundamentos de lo que hemos creído como la mejor historia posible, para el futuro y para el mundo.
De revisar nuestras premisas de lo que es verdad, bueno y malo.
De observar que la historia que dibuja un futuro atrayente y atractivo cambia con el tiempo. Que las cosas que valoramos van a cambiar en su ranking de prioridades, y que eso nos obligará a editar el guion del futuro, y por tanto, a descartar algunos aspectos de nuestro presente.
Todos los días una parte de nosotros muere, una expectativa se modifica, se ajusta o se libera. Este es un proceso continuo, a veces imperceptible o inconsciente.
Sin embargo, hay momentos específicos en los que nos llevamos voluntariamente a explorar, modificar y reescribir lo que nos da sentido y “certezas”: Un retiro, una búsqueda de visión, un proceso terapéutico, una experiencia con expansores.
Ante estos momentos de búsqueda, resulta conveniente —ahí sí— intentar soltar los conceptos conocidos y abrirnos a lo que la experiencia pueda alterar dentro de nosotros y en nuestra vida.
Aun si, una vez que esto pase, nos reconozcamos —nuevamente— en el flujo, la dirección y quizás los límites de un nuevo set de expectativas.
* En Junio empezamos “Reborn Toma Acción” un programa que te ayudará a redefinir muchas de las expectativas (escondidas) que te han frenado en tomar acción y construir los proyectos que anhelas. Este es nuestro penúltimo programa con medicinas sagradas.
Energía y Aventuras.
“Mijo,
Es domingo por la mañana y duermes con mamá. Han sido días de viaje tranquilos, sin demasiado ajetreo. Hace dos días visitamos Legoland y lo disfrutaste, aunque las montañas rusas ya no te dieron “tanto miedo”. Lo que más gozaste fueron las ciudades enteras armas de las pequeñas piezas de colores y los “talleres” en donde podías construir un barco o un cochecito.
Eres un niño independiente y alegre. Me gusta verte entretenido durante horas en juegos que tu imaginación inventa. Convivir con los demás niños y niñas pero también estar en tu espacio, en tu propia presencia.
Hace poco hablábamos de las diferentes razones para “consumir” alguna película o videojuego. ¿Qué te suma o aporta? ¿Qué te resta y no te trae nada bueno? Me gustó este framework que definiste con mamá y que espero que perdure más allá de una autolimitante de tus conductas como niño. Qué poderoso poder recuperar esa premisa tan básica del discernimiento: ¿Qué me suma, qué me resta? Y con base en eso comenzar a hacer una mejor elección de las cosas, personas y situaciones a las que les regalamos nuestra identidad.
Espero que estos pequeños grandes aprendizajes que vas integrando en las decisiones pequeñas que nunca son pequeñas de tu vida, te sirvan para ir formando un carácter que te permita construir más sabiduría.
Y la sabiduría, al final es eso que hoy haces cuando te cuestionas qué es lo mejor para ti. Y desde ahí, permitir que la vida se desenvuelva.
Te amo, mi niño.
Jose”
Programas y Agenda:
Abril 2025: Del 28 de abril al 1ero de mayo Wealth Week GRATIS.
Mi querido
va a compartir durante una semana en diferentes espacios varios de los secretos presentados por un grupo increíble de speakers. Registrate de forma gratuita aquí: https://revoluciondelariqueza.com/wealth-week-jcJunio 2025: Programa Reborn Toma Acción🧗🏽
Tomar acción es el inicio y al mismo tiempo es el final de cualquier proceso de autodescubrimiento. El camino del crecimiento personal muchas veces inicia cuando surge un ¡BASTA! interno que nos empuja a hacerlo diferente, a buscar ayuda, a cambiar algo en mi vida que ya no funciona.
Por otro lado, después de la introspección, de reconocer las heridas y las marcas emocionales, después de desmantelar creencias que nos frenan y nos oprimen, nuevamente regresa el momento de tomar acción, consolidar el camino, darle forma a lo aprendido.
Porque ninguna teoría, terapia o aprendizaje sustituye la sabiduría que se desprende del hacer.
Tenemos un cupón de descuento para mis lectores. Sólo responde a este correo y te lo haré llegar. El retiro será el 20, 21 y 22 de junio, con una ceremonia el 21 de junio, en el punto de mayor manifestación. No te lo pierdas.
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Gracias por ayudarme. De verdad.
¡Gracias por leer y compartir este texto!
Jose.
Palabras de Integración es un proyecto personal en el que busco aportar cada semana herramientas que te sirvan para vivir una vida más integrada. Suscríbete para recibir estos correos y ¡agradezco tu apoyo!