¡Nunca te retires!
Retiro vs Independencia financiera; Observa cómo te hablas; Haz la paz con tu mente (o al menos trabaja para lograrlo).
👴🏽Retiro vs Independencia Financiera.
Hablar del último tercio de la vida siempre trae temas que a veces resultan incómodos; muchas veces, la percepción es que siguen tan distantes que no es necesario abordarlos en este momento, o quizás una combinación de ambas.
Quizás seas como yo de los que llevan mucho tiempo pensando que una vez que llegue el río pensarás en el puente. La semana pasada terminé “Outlive” de Peter Attia y me queda cada vez más claro que algo indispensable en los 40s es definir la estrategia, en varios aspectos, para tener unos 60s, 70s y 80s que valgan la pena (¿y por qué no, aspirar a los 100 años si es con plena salud?).
El resultado de dejar de lado la conversación sobre cómo queremos vivir los últimos 25 o 30 años de nuestras vidas nos lleva a postergar acciones que nos aseguren salud, bienestar emocional o incluso estabilidad financiera para los años en que nuestra productividad (y condiciones físicas) venga en declive.
Sin embargo, creo que existe una confusión, o al menos dos temas que suelen enredarse (y obviamente evadirse) a la hora de planear ese último tercio de la vida. La diferencia entre la jubilación y la independencia económica. La primera tiene que ver con terminar nuestra vida productiva, que, en algunos casos, conlleva una remuneración económica, ya sea a través de un plan de pensiones, tus propios medios para el retiro o alguna compensación extraordinaria. La segunda tiene que ver con la capacidad de mantener nuestro estilo de vida a través de ingresos que no provengan de nuestro trabajo, o de las horas que decidimos dedicarle a nuestra actividad laboral.
Como queda claro, puede haber jubilación sin independencia financiera, pero sobre todo, puede haber independencia financiera sin jubilación. Vivir con libertad económica y mantenernos productos y activos.
En un librito bastante ilustrativo de Neil Pasricha, "The Happiness Equation", uno de los consejos que más llamó mi atención fue el siguiente: “never retire”, es decir, nunca te jubiles. O quizás la traducción adecuada sea, "nunca te retires". Y establece 4 aspectos elementales para la felicidad que se ven comprometidos con el retiro: la sociabilidad que da un espacio profesional, la estructura o rutina de tener un trabajo, la estimulación que va de la mano con el constante aprendizaje que emerge de nuestra actividad productiva, y finalmente, la historia a la que perteneces cuando formas parte de algo más grande, en este caso, de una empresa (propia o ajena). Esto para muchos es también una manera de identidad, de pertenencia que al perderse, deja un vacío importante.
Creo que debemos abrir la conversación sobre lo que significa el retiro y desmitificar la idea fantasiosa de que llegará un día en que tendremos el tiempo para viajar indefinidamente, hacer lo que nos gusta y beber margaritas. La realidad es que esta fantasía generalmente se enfrenta a una etapa de vida donde nuestra salud está comprometida, nuestra energía mermada, y nuestras relaciones debilitadas, justamente por el desgaste de décadas construyendo la promesa futura de que ya habrá el momento para pasar tiempo de calidad con los nuestros.
A mí me gusta pensar en la idea de un retiro activo. Financieramente independiente, sí. Quizás no "tener que trabajar" y poder saltarme x o y tareas para dedicarle más horas a lo que realmente disfruto. Una jubilación activa es al mismo tiempo una medicina de longevidad que podemos autoadministrarnos y seguir contribuyendo desde nuestra sabiduría y esencia más pura al entorno, a nuestra comunidad. Es una manera de comprender que la tarea (o el propósito) de servir no tiene fecha de caducidad.
En su libro "From Strength to Strength", Arthur Brooks habla de la inteligencia cristalizada como aquella que crece conforme vamos integrando experiencias de vida y comenzamos a compartirla. La enseñanza se convierte en un vehículo fundamental para utilizar esta inteligencia y encontrar un enorme sentido de propósito. Él mismo utiliza un término que regresa a lo esencial de la plenitud y la felicidad: querer (o necesitar) menos. En su idea de "reverse bucketlist", Brooks retoma las listas que queremos cumplir o conseguir en la vida, y atrevernos a borrar elementos año con año, y estar en paz con lo renunciar a la idea de, quizás, conocer el Polo Sur o tener un avión privado (sí, en algún momento sospeché con incluir en mi lista estas absurdas aspiraciones, al menos para mí).
Entonces, pensemos en construir independencia financiera. El término nos lo machacaron de manera muy ilustrativa (con hojas de Excel y ejercicios prácticos)
y Pablo Sánchez en su Wealth Mastery (que recomiendo ampliamente). Es muy importante trabajar para construir esas plataformas que nos alejen del escenario en que, en el último tercio de la vida, no podamos decidir libremente por una razón económica. Pero sumemos a esta estrategia financiera una adicional: construir una serie de actividades y ocupaciones que nos permitan mantener relaciones sociales, estructura y rutina, estímulo y sentido de pertenencia y propósito. Y así contribuir a una recta final sana y plena.👿Observa cómo te hablas:
Una de las formas más profundas en que se expresan las heridas emocionales es a través de nuestras voces internas de juicio, violencia y exigencia. Estas voces, por supuesto, no pueden estar exentas ni ser ajenas a la forma en que nos dirigimos hacia los demás: crítica, juicio, soberbia.
Las consecuencias de estos "represores internos" son enormes. Las más inmediatas tienen que ver con nuestra incapacidad para disfrutar o reconocer lo que construimos o logramos. Pero, más en el fondo, estas voces restrictivas nos impiden conectar con nuestros anhelos y deseos más auténticos. Nos impiden abrirnos emocionalmente y reconocernos en relaciones amorosas y saludables, constituyendo la peor versión del síndrome del impostor cuando aspiramos a crecer o crear.
Trabajar en resolver las narrativas interiores y reconciliar la voz crítica, mucho más crítica que cualquier voz exterior, es un trabajo que toma tiempo y profundidad. Sus dividendos no sólo impactan nuestro bienestar emocional, sino que también pueden generar un cambio invaluable en nuestra salud física. Estoy convencido de que, por más paradójico que suene, dejamos de adoptar los hábitos positivos que deseamos porque internamente voces insisten en juzgarnos al grado de convencernos de que no podremos cambiar.
Cuando logramos una profunda exploración de las raíces de estas voces y comprendemos cómo provienen de momentos críticos de nuestra infancia en que no logramos defendernos de determinadas situaciones, entonces podemos restablecer un diálogo constructivo con ellas. Explorarlas con compasión, y reasegurarnos que como adultos tenemos la capacidad de protegernos y seguir adelante. Hacer las paces con ellas para que nos permitan vivir en plenitud.
Y entonces recordar y reconocer que tenemos el derecho de reclamar nuestra paz interior y la felicidad por vivir.
®️MindJourney 2024.
Una de las virtudes de trabajar con expansores en contextos terapéuticos tiene como finalidad integrar las diferentes voces y facetas que constantemente se encuentran en conflicto en mi interior. Todos podemos reconocer situaciones o momentos en la vida donde nosotros hemos sido nuestro peor enemigo, pero muchas veces resulta difícil salir del círculo del auto-juicio y la culpa que lo perpetúa. Hacer un profundo trabajo de introspección puede ayudarte a conectar contigo mismo y encontrar ese estado de paz interior y salir de este ciclo.
MindJourney es un programa de 8 semanas con un retiro de un fin de semana en un mágico lugar cerca de CDMX, en el que trabajaremos con expansores adecuados para que logres un viaje introspectivo y de mucho autoconocimiento. ¡Única edición de este programa durante 2024!
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♾️Vivir Infinito
Un texto de paternidad, psicodelia, proceso de transformación descritos en cartas a mi hijo René.
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Con mucho cariño,
Jose.
Muy cierto José! Hay que redefinir el retiro... para mi “retirarme” es dejar de trabajar por necesidad, lo cuál quiere decir lograr la libertad financiera. Una vez lograda, dejas de trabajar por necesidad y entonces lo haces por gusto. Ese es el juego que debemos de jugar y ojalá nunca dejemos de trabajar por gusto, que gran fortuna poderlo hacer por el tiempo que tengamos en este planeta.